En esta epoca
algunos Paises ya respetan estos derechos de los niños y de los
adolescentes como en España Ahi se respeta, casi toda la Europa.
Bueno aunque como America, Asia, Africa,
aun no se respeta los derechos de los niños"Si todos queremos el mundo cambiar y ver a los niños jugar y estudiar/ todos debemos de saber/ los
derechos debemos conocer y te los voy a decir y te los voy a decir... tengo
derecho a una familia que me dé amor, tengo derecho a seguridad y que nadie me vaya a pegar...". La frase es parte de la canción que se
escucha en el paralelo de primero de básica de la escuela fiscal Patria Nueva,
en el cantón Durán.
Los cantantes son unos
41 niños, todos de 5 años, que ríen, bailan y palmotean mientras su maestra
Yadira Molina los guía. "Se aproxima una fecha muy importante ¿Qué
celebramos el 1 de junio?", pregunta la profesora a la clase. "El Día
del Niño", contestan a una sola voz. "¿Será que los niños tienen
derechos?, ¿Cuáles son?", interrogó nuevamente. La respuesta de sus
alumnos fue diversa: "¡A nacer!, ¡a estudiar¡, ¡a tener una familia!, ¡que
no nos maltraten!".
Transmitir a los más
pequeños a través de juegos y canciones sobre cuáles son sus derechos y
obligaciones es parte del aprendizaje inicial. Así constan en la Declaración de
los Derechos del Niño de 1959 que recoge once principios y en la Convención de
los Derechos del Niño, de la Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) de 1989 y vigente al año siguiente, que contempla 47
artículos.
Ivette Briones, de 9
años, menciona algunos de ellos. "Nosotros los niños tenemos derecho a la
alimentación, educación y la salud". Su compañera Patricia Quisphe, de 8
años, comenta que algunos niños están en la calle y no en la escuela. "El
trabajo no es para los niños sino para los adultos", señala.
Los artículos 44, 45, 46
de la Constitución del 2008 también hablan de sus derechos y la protección y
garantías que el Estado debe brindar a los niños, niñas y adolescentes.
Evelyn Salazar, Jordy
Jiménez, Verónica Cedeño y Noemí Sandoval, alumnos de séptimo de básica de la
escuela fiscal Blanca Goeta de Ordóñez, de la cooperativa Julio Potes del
Guasmo sur, coinciden al contestar que no todos sus derechos se cumplen.
"Denme un poquito de agua y comida", recuerda Noemí que repetía un
menor que deambulaba por su barrio en la coop. Mariuxi Febres Cordero. Jordy
también recuerda haber visto, en su cooperativa Derecho de los Pobres, a niños
en la calle. "Quisiera que le busquen un papá y una mamá para que los
cuide", dice.
Jimmy Estupiñán, alumno
de sexto de básica de la escuela Gran Colombia, dice que a veces los derechos
se cumplen y otras veces no. "Tengo un amigo que dejó la escuela por el
trabajo...". Briggitte Mendoza, de 10 años, cuenta que conoce una vecina
"que obliga a su hijo a trabajar para sus estudios".
Según las cifras de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estima que actualmente
trabajan 246 millones de niños, entre los 5 y 17 años. Así lo recoge el
Observatorio de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, ODNA, (aproximación
a partir de la primera encuesta nacional de la niñez y adolescencia de la
sociedad civil 2010).
En Ecuador, según el
informe, a inicios de la década el 37% de niños y niñas, entre 10 y 17 años era
trabajador. En la actualidad, el 13% de la niñez es trabajadora, según el ODNA,
lo cual revela una reducción importante. Julio, de 11 años, es parte de este
porcentaje. Es el menor de tres hermanos. Estudia en las mañanas y desde las
13:00 hasta la noche se "gana la vida" vendiendo caramelos en la av
Francisco de Orellana.
El sueldo de su padre
como guardián no alcanza para mantener el hogar, por eso los cerca de 20
dólares que gana, cuando el día "está bueno", le permiten costearse
sus estudios. Sabe que hoy se celebra el Día del Niño, pero para él es un día
más. David tiene un año menos que Julio. Una botella con agua y jabón y un
limpiador son sus herramientas de trabajo. Rodeado de varios amigos que se
dedican a lo mismo en las avenidas Carlos Luis Plaza Dañín y de Las Américas,
comenta que no conoce cuándo se celebra el Día del Niño, mucho menos que hay
leyes que lo amparan. Pero aseguró que desearía recibir una bicicleta que le
permita movilizarse de su casa en la Perimetral hasta su "trabajo".
En el parque Centenario, Alfonso se instala todos los días. Tiene sus manos
manchadas de la tinta azul y café que utiliza para betunar zapatos. Antes
vendía CD en la bahía, pero, dice, "era muy cansado". Mueve la cabeza
negativamente cuando se le pregunta si tiene sueños, solo quiere trabajar para
comprarse ropa y comida.
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